Cada día, según su comportamiento con respecto a la conducta escogida se obtendrá un punto verde, rojo o amarillo. Siendo el verde el más deseable y el rojo al contrario indicando que no se ha conseguido la tarea.
Si somos constantes día a día y hacemos que el alumno/a participe en la elaboración del cuadro (colorearlo, escribir su nombre...) y lo complete él de manera autónoma y crítica, podremos conseguir que la conducta disruptiva disminuya o incluso desaparezca.
En principio su recompensa más directa es conseguir todos los puntos de color verde, pero también podemos recompensarle con tiempos de juego, un dibujo o un gomet especial...etc.
Aquí os pongo un ejemplo de cuadro para tareas de casa.
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